Maldad

Todo tu esmero para que las cosas salgan como las planeas puede derrumbarse en un instante. Una persona basta para destruir tu mundo si se lo propone. Puedes vivir en una burbuja, pero no por mucho tiempo. En un momento dado explotará para devolverte una vez más a la realidad.
El tiempo vivido plenamente puede volverse en sólo un momento, un desperdicio. Vuelves a caer en una nebulosa de palabras, imágenes y silencios que te torturan. Ves otra vez sus rostros, como aquella vez y no puedes soportarlo.

 El mundo puede amar tu sonrisa y apreciar cada frase que dicen tus labios, pero basta que una persona quiera arruinar lo que construyes a tu alrededor, para tirar abajo tus expectativas.
Pareciera que el amor escasea, porque hay quienes no pueden conseguirlo. Y en cambio se nutren de la maldad, de provocar el daño a los demás, a quienes viven tranquilamente.
En este momento quisieras gritar, no lo hagas. Sigue amando, algo bueno vendrá después de todo.

Le llamo alegría

Creando motivos para respirar, sabiendo que son muy probablemente excusas, pero comprobando que dan el aliento necesario para vivir. Y sigo huellas, buscando caminante pero...casi sin buscar. El cielo no puede estar nublado, al menos no para mí. Me gusta jugar con las palabras y me vuelvo espectadora de los silencios. Sólo sonrisas es lo que percibo, sé que hay algo más, mucho más. Pero no veo, no tiene sentido mirar más allá... Me divierte la vida desde que me sorprendí a mí misma riendo sin parar.
                           ¡Para qué esperar más de lo que el mundo tiene para dar!