Estamos en Facebook

Busca en google

miércoles, 11 de julio de 2012

Del verbo partir

Yo he visto a la luna bañarse en tu río y tú sonreías. No ha vuelto a vestirse de tantos colores de la primavera. Sus ojos mojados, dolidos y la espina clavada en el pecho, toda torcida. Se quitó su túnica verde que todos miraban, pero esta vez se había rasgado.
Caminos directos, atajos...seguir achicando el estrecho que lleve a algún lado a su corazón cobarde. Y la noche que llegaba de nuevo, le ha dicho que no te escuchara, que tu ya no estabas, que habías partido. Y parada sobre un montículo de arena, espeso y difícil de esparcirse porque aun estaba todo mojado (con sus lágrimas, recuerdas?), decidió acercarse a las estrellas, dejando a sus gotas de sangre caer en la tierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguinos en Facebook