Las familias han cambiado en los últimos años y en muchas de ellas no existe la figura paterna, ya sea por una decisión del padre o de la madre de no conformar un núcleo familiar, o bien por causas externas que impidieron que así sea.
Hay quienes cuestionan la definición de mamá soltera, pero la realidad es que no debemos irnos a los extremos machistas o feministas, en los que una mamá es una mamá y punto; o un papá es un papá y punto. Porque son muchos los roles que asumimos en la sociedad desde que llegamos a este mundo y sobre todo muchas las funciones que nos competen en la familia. No es lo mismo una mamá que además de hacerse cargo de sus niños, debe ser multifunción, satisfaciendo todas las necesidades que ellos necesitan, incluidas las necesidades emocionales.
Pero calma. Aunque no lo hayas esperado, aunque tus planes hayan sido diferentes en un comienzo, tú puedes. Sólo es cuestión de establecer prioridades y de delegar aquéllas responsabilidades de las cuales no puedas hacerte cargo, tal vez con la ayuda de familiares, de una guardería o de alguna persona que pudieras contratar para el cuidado de los chicos, por ejemplo para ir a trabajar.
Recuerda que lo más importante de todo, es que tu hijo no será un bebé ni un niño toda su vida (ni la tuya). Verás como el tiempo pasa rápido y de a poco va necesitando menos de tí.
Una madre no es sólo una madre, es una mamá casada, una mamá soltera, una mamá profesional, una mamá que no debe proyectar en sus hijos sus angustias, sino que tiene que encontrar el equilibrio interno necesario para que, al igual que ella, los niños puedan ser felices.
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