El color de las prendas que usamos dice mucho acerca de nuestro estado de ánimo, aunque muchas veces desconozcamos qué es lo que representan esos colores para los demás. En este artículo te contamos cuáles son los que te favorecen y cuáles deberías evitar, de acuerdo a sus características.
Negro: es un color clásico, elegante y sofisticado que estiliza la figura. Sin embargo, también se asocia a la fuerza, al poder, a la estabilidad y a la inteligencia. Por otro lado, puede relacionarse con el lado oscuro y es el signo de luto en muchos países de occidente, por ser un color sobrio y que transmite emociones fuertes. Si lo que deseas es transmitir fuerza, no deberías arriesgar con esta opción.
Blanco: simboliza lo limpio y puro, tal como sucede con el traje de novia y el atuendo del personal de la salud. En Oriente suele asociarse al luto, debido a que se considera que representa la luz entre las sombras. Por otra parte, está vinculado a la creatividad, por ser el color resultante a toda la mezcla de colores.
Gris: tiene mala reputación, debido a que suele ser asociado a la depresión, a la mediocridad y a lo viejo. Sin embargo, un toque de éste transmite estabilidad, seguridad y sentido práctico.
Rojo: es el más llamativo de todos, por lo cual atrapa todas las miradas al instante. No debes abusar de él si lo que deseas es disimular unos kilos de más, debido a que tiene el efecto contrario al negro, resaltando detalles. Se trata de un color alegre, enérgico, festivo, ardiente y motivador. Así también es el color del peligro y puede resultar agresivo dependiendo el atuendo.
Azul: está asociado a la calma y al descanso, pero también a la productividad porque la relajación que transmite facilita la concentración. Asimismo, se relaciona con la confianza, la seguridad y la sabiduría y lealtad.
Verde: ligado a la naturaleza, frescura y al crecimiento. Produce calma, por lo cual es muy usado en los hospitales. Se relaciona con la buena suerte, la esperanza y la riqueza, como también con la paz y la armonía.
Amarillo: es alegre y optimista. Se asocia con la felicidad, la risa y lo desenfadado. Actúa en el cerebro liberando más serotonina, acelera el metabolismo e impulsa la creatividad.
Naranja: es muy estimulante y se asocia a la alegría y la diersión. Transmite energía y vitalidad, siendo menos agresivo que el rojo.
Púrpura: transmite energía desbordante. y calma. Es majestuoso y se lo asocia a la prosperidad y la riqueza. Abunda en los trajes de realeza y sugiere sofisticación, respeto y sabiduría, aunque no es muy beneficioso abusar de él.
- Marrón: sugiere estabilidad y constancia, evocando la tierra. Es apropiado para dar una imagen de una persona ordenada y responsable, aunque hay quienes lo asocian a lo sucio. Por ello, cuida tu aspecto general para evitar este segundo significado. Lo ideal es combinarlo con colores cálidos que irradien vitalidad y otros que sugieran calma.